jueves, 15 de marzo de 2012

José Pedro Varela: escuela laica, gratuita y obligatoria

La escuela laica, gratuita y obligatoria es un legado de José Pedro Varela. Te explicamos cuál es el significado de estos términos.
autor: www.lamochila.com.uy

Para comprender mejor el alcance de su obra, te comentamos que, a mediados del siglo XIX había muy pocas escuelas en el país, prácticamente no se enviaban útiles a ellas, la mayoría de los maestros no estaban debidamente capacitados para cumplir su función, y cobraban sus escasos sueldos con muchos meses de retraso. Pocos niños iban a la escuela, eran ridiculizados cuando cometían un error, y recibían severos castigos por sus faltas.

Aunque no era maestro, Varela ocupó el cargo de Director de Instrucción Pública y luego fue Inspector Nacional de Instrucción Primaria. Visitó escuelas de todo el país y luchó hasta dejarnos la escuela pública laica, gratuita y obligatoria que tenemos hoy. Veamos qué sentido tienen esos términos.

La educación debe ser obligatoria porque, entre otras cosas, al elevar la preparación de todos los ciudadanos y los futuros ciudadanos, los capacita para ejercer más libremente sus derechos y cumplir con mayor responsabilidad sus obligaciones.

La gratuidad era un principio ya bastante arraigado en el país. Varela consideraba que la enseñanza es un servicio público, como la justicia o la policía, y que debía ser pagado por toda la nación. El Estado, junto con la obligatoriedad, debía disponer la gratuidad como el medio para cumplirla. Esta última, para él, era el más poderoso instrumento para la práctica de la igualdad democrática.


La escuela pública debía ser laica por varias razones. Entre ellas figuran las siguientes:

El Estado, institución política y no religiosa, no debe favorecer a ninguna religión determinada.
El objetivo de la educación es formar ciudadanos y no impartir a los niños una u otra religión.
La enseñanza de religión en la escuela, lleva a desconocer la libertad de conciencia o a ignorar a quienes tienen otra religión diferente.

Ya estarás familiarizado con el retrato de Varela que seguramente verás todos los días en tu escuela. Te pedimos que hoy te detengas otra vez ante él. Quizá puedas descubrir hacia dónde miraban sus ojos soñadores, o qué pensaba ese hombre joven de aspecto triste, disimulado por la barba que enmarcaba su cara. Trata de ser cada día mejor. Ese será, sin duda, el mejor homenaje que puedas ofrecerle.

Varela falleció en Montevideo, el 24 de octubre de 1879. Se le tributaron honores de Ministro de Estado. En diciembre de 1918 se inauguró un monumento en su homenaje, que está ubicado en la Plaza José Pedro Varela de la ciudad de Montevideo. El autor de la obra, que fue financiada a través de una colecta pública, fue el escultor español Miguel Blay.
Foto de la inauguración del Monumento a Varela. Clic en la imagen para verla más grande

Cuaderno que se distribuía gratuitamente a los alumnos

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